EDUCACIÓN VIRTUAL, ENTRE LA DESIGUALDAD Y LA ACEPTACIÓN EN AMÉRICA LATINA

(Tomado de france24)

Texto por:Juan Pupiales

Desde la primaria, hasta la universidad, las clases en línea llegaron sin avisar a una región en donde el acceso a Internet evidencia una brecha digital. Son las consecuencias de una pandemia que amenaza con marcar un antes y un después en la educación.

El Covid-19 obligó al 95% de los niños de América Latina y el Caribe a suspender su asistencia a las aulas según Unicef. Eso trajo de manera forzada la educación virtual a una región en donde el acceso a Internet acentúa las diferencias sociales. En Chile, por ejemplo, el 80% de la población tiene acceso a la red frente al 25% de Nicaragua, de acuerdo con las Naciones Unidas.

Este fenómeno golpea de manera especial a las zonas rurales, dejando historias como la de Alexander Contreras en El Salvador. Este estudiante universitario se hizo viral por cuenta de una foto suya subida a un árbol para conseguir mejor señal para su teléfono y atender a sus clases en línea.

Pero desde Bolivia, uno de los países con el Internet más caro de la región, el periodista y profesor Juan Carlos Salazar augura “que la educación virtual llegó para quedarse”. Para este docente de la Universidad Católica Boliviana hay que apresurarse en la adaptación.

Ese proceso le cuesta a Natalia Rodríguez, productora de cine y televisión en Bogotá, Colombia. Esta madre soltera vive un aprendizaje con su hija de 9 años, una con el teletrabajo y otra con las clases remotas.

Lucía Fagnani lleva mejor esta nueva era. Con 15 años y en el penúltimo curso antes de llegar a la universidad cuenta que esta modalidad le ha ayudado a “organizarse”. Ella, al igual que muchos otros estudiantes, encaran estos cruciales años en su formación en medio de la fuerte huella que está dejando el Covid-19 en la educación universal.

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